Mejor vete a una tienda de comercio justo (La Vanguardia)

15 des. de 2006by Equipo Olokuti

Las opciones a la hora de comprar regalos éticos son reducidas en los establecimientos convencionales

A nadie le gustaría dar el aguinaldo a un explotador de niños pobres o recibir un regalo a costa de la salud del planeta. Para evitar que el dinero gastado en obsequios vaya a parar a manos de compañías de prácticas dudosas se puede Optar por comprar en las tiendas de comercio justo. El problema es que hay pocas alternativas -las de Intermón, Setem o la Xarxa de Consum Solidari son algunas de ellas-. Si la lista de regalos es larga y variada no queda más remedio que lanzarse a la calle en busca del regalo ético.

En la misiva a sus Majestades a la que ha de hacer frente ésta periodista alguien pide ropa del hogar. Después de dar vueltas por bazares y comercios modernísimos sin éxito, los Reyes Magos van a parar a Natura. El aura /cumba de la tienda da buenas vibraciones, parece que allí sí tendrán algo que quepa en la carta. Entre velas flotantes y sofás de estilo árabe tienen amontonadas unas mantas de colores vivos. Encima hay un cartel donde pone que están fabricadas por un colectivo de 200 mujeres de India que se dedican a la costura para salir de la pobreza. A la pregunta de qué porcentaje de las ventas reciben estas mujeres la dependienta contesta: "Seguro que se llevan algo". Claro, si trabajan gratis nunca dejarán de ser pobres. Habrá que asegurarse de que no hay gato encerrado:
-¿Cómo demostráis su origen?
¿Tenéis certificado?
-¿Qué? Mira, creo que lo mejor es que vayas a una tienda de comercio justo, porque aquí, pues no sé.
La encargada interviene de inmediato y aconseja llamar a las oficinas para encontrar garantías. Dicho y hecho. Allí verifican su origen.

Llega la hora de los juguetes y los Reyes deciden pasarse por Abacus. La tienda dedica un espacio especial para el comercio justo. Son juguetes muy sencillos hechos en Bangladesh, todos con el sello de Alternativa3, una empresa distribuidora de productos éticos. Al lado de los juguetes, unos paneles explican las reglas que rige el comercio justo. Un dependiente reconoce que no se venden mucho: "No hay una gran demanda, pero quizás en Navidad los compran más". Los Reyes eligen un caballo de madera.
Falta otro regalo para un niño que Sus Majestades buscan por El Corte Inglés. La dependienta de la sección de juguetería aconseja comprar unas muñecas fabricadas en España, “porque así te aseguras que no las habrán hecho niños del Tercer Mundo”, dice. La idea no convence y tras pasar por varias plantas aparece un lugar donde preparan regalos a la carta:
-Quiero un regalo ético.
- Aquí sólo hacemos regalos a la carta. Es decir, con las características que desee el cliente –aclara la asistenta un poco extrañada.
-Pues quiero un regalo ético.
Ante la insistencia, la mujer recomienda pasar por las cajas del supermercado de la planta de abajo, donde hay un bolígrafo marca Inoxcrom de la campaña “Un juguete, una ilusión”. Vale cinco euros y la mitad lo destinan a comprar juguetes para niños pobres. Como mínimo es un boli solidario, pero más feo que el caballo de madera.
Falta por encontrar un perfume y una crema hidratante. En l’Occitane ofrecen posibilidad de comprar un extraño pack de colonia y osito de peluche cuyo importe –siete euros- va a parar íntegramente a una clínica oftalmológica de India. Lo que no dicen es si este regalo ha sido fabricado en condiciones respetuosas.

Para la crema, el lugar escogido es Olokuti, donde cuentan con varios tipos de productos de comercio justo –desde libros hasta comida-, todos con sello de garantía y rodeados de piezas de artesanía. Según sus responsables, los productos se venden bien.
La cesta de la compra ética ha salido por 60 euros. Para tener unas Navidades más espléndidas el próximo año surge la idea de poner el dinero en un fondo de inversión socialmente responsable. En una sucursal de La Caixa se sorprenden de la petición, pero encuentran una opción adecuada. "Invertirás en compañías responsables y que no están implicadas en la industria armamentística, nuclear o tabaquera", exponen. Tan sólo queda pedir a los Reyes que este fondo de inversión justo y responsable deje beneficios para conseguir, el año que viene, más variedad de regalos éticos... si hay dónde comprarlos.

Fuente: La Vanguardia (Maite Gutiérrez)


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