Un tapiz verde se extiende por Barcelona (La Vanguardia)
Las nuevas tendencias gastronómicas llevan el huerto a la mesa. Ocio y sostenibilidad a la palma de la mano.
Una nueva corriente gastrocultural se planta en la ciudad: los huertos urbanos. Son una manera de aprovechar el espacio de parques, terrazas, patios y balcones para convertirlos en elementos multifuncionales que, además del uso para el que fueron concebidos, adoptan la producción de alimentos sanos y naturales.
Los huertos mejoran la sostenibilidad, reducen el impacto urbanístico y son una fuente sostenible de ocio. En el caso de un huerto compartido, además, contribuyen a mejorar las relaciones sociales y de integración.
La cultura del autoconsumo y la horticultura urbana gana adeptos en las urbes. Para muchas personas que se han puesto, el mantenimiento del huerto se ha convertido en una forma de vida. La mayoría de los que vivimos en ciudades no tenemos formación agronómica, pero como aficionados podemos acercarnos a las 3 tiendas que hemos seleccionado para resolver cuestiones sobre la elección de cultivos, las tareas necesarias para comenzar, el manejo de las plagas y enfermedades y otros aspectos de índole agraria.
Olokuti
Es una organización dedicada a distribuir productos que tienen un impacto positivo en el medio ambiente (ecológicos, bio, reciclados, de eficiencia energética), en la sociedad (comercio justo, productos desarrollados por ONGs) y en la riqueza artística y cultural (arte y artesanía). Es decir, productos que, desde una perspectiva de sostenibilidad, mejoran el planeta en que vivimos. Fomentan un intercambio justo a través de las compras y, por eso, su propósito es convertirse en un espacio donde el ocio y el consumo vayan más allá de la simple relación entre el consumidor y el producto. Olokuti tiene una amplia oferta de productos para poner en marcha huertos urbanos: semillas ecológicas, mesas de cultivo, jardineras verticales y accesorios y materiales.
C/ Asturies, 38. Tel.: 93 217 00 70. Web: olokuti.com (Traducción Olokuti)
Fuente: La Vanguardia (Maite de Obes)
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