Educar en ecología, una obligación

Os imaginais una raza de seres que arrasan todo a su paso para su confort y no piensan en las generaciones posteriores, porque lo único que les interesa es el ahora.

Ellos habitan un planeta generoso, fantástico que puede proveer sin problema a millones de seres, que a su vez con un simple cambio de actitud generaría una relación de igualdad y equilibrio.

Sólo que nos hemos olvidado de un detalle. Esos seres son realmente egoístas y avaros. Cada vez quieren más, quieren acumular riqueza y tener comodidades sin límite.

Pensar en los demás, consumir lo necesario, reciclar, ir en bicicleta, comprar ropa de comercio justo, apoyar las iniciativas comerciales de cercanía, al igual que consumir productos con criterios justos, ecológicos y sostenibles deberían ser lo primero que llevemos en nuestra lista de la compra y en nuestra actitud de vida diaria.

¿Educamos a nuestros hijos con éstos principios? ¿Sabemos el origen de los productos que consumimos? Leemos las etiquetas de lo que comemos?

Educarse y tener inteligencia va más allá de la acumulación de conocimientos. Ser responsables con nuestro planeta es ser inteligente.

Fotografía de WWF de la campaña 'You Can Help Stop Global Warming'