Groenlandia se derrite, el cambio climático es inminente
Cada verano se derrite la mitad de la superficie helada de esta isla, pero la rapidez y la escala del deshielo de esta ocasión han sorprendido a los científicos, que creen se ha debido a una “inusual cúpula de calor” sobre Groenlandia. El primero en percatarse de tal hecho fue el científico de la NASA Son Nghiem y aseguró que "no podía creer lo que veía, al principio creí que se trataba de un error en los datos”. Inmediatamente dió la voz de alarma a colegas en universidades de todo el mundo, que confirmaron sus resultados con observaciones independientes de otros dos satélites.
Según las observaciones, el deshielo se ha producido incluso en las zonas más altas y frías de la isla, como en Summit Station, y puede haberse debido a una “inusual cúpula de calor” sobre Groenlandia. La capa de hielo que cubre Groenlandia tiene unos 3 kilómetros de profundidad y es cuatro veces más grande que la superficie de España. El hielo de Groenlandia contiene 10 veces más agua que todos los lagos de la Tierra juntos. La parte que se derrite durante el verano, son los centímetros más superficiales de esta capa de hielo.
En los últimos meses se ha observado que los glaciares árticos han retrocedido hasta límites nunca antes observados. También se han producido enormes desprendimentos de icebergs: hace unas semanas, el glaciar de Petermmann se partió dando lugar a un iceberg del tamaño de Manhattan.
El peligro más inmediato de este deshielo son los posibles cambios en las corrientes oceánicas. El hielo de Groenlandia contiene agua dulce. Cuando el agua de deshielo se mezcla con el agua marina, se produce un cambio en los niveles salinos de este último. El nivel de sal en el mar juega un papel fundamental en las corrientes oceánicas.
Los océanos cubren tres cuartos de la superficie del planeta: ellos controlan nuestro clima. Por ejemplo, los famosos eventos meteorológicos conocidos como “El Niño” están muy relacionados con cambios de las corrientes oceánicas.
El gran peligro a largo plazo sería el derretimiento completo del hielo ártico lo que provocaría un aumento de 7 metros en el nivel de los océanos (es decir, la desaparición de todas las ciudades costeras de nuestro planeta).
Lo sorprendente es que no se han comenzado a reducir la emisión de CO2, gran causante de los cambios climáticos, la gente sigue utilizando el coche como si no afectara a la naturaleza y no se ha creado una cosciencia ecológica. Al parecer la naturaleza ya está hablando, mientras el hombre, causante de su deterioro, todavía cree que las consecuencias del cambio climático pueden esperar.
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