Las maravillas del agua de Aloe Vera
Muchos de vosotros conoceréis el aloe vera como esa planta maravillosa que funciona aplicándola localmente. Tiene beneficios para la piel, la estira y la suaviza; calma el picor de una quemada e incluso desinfecta cortes menores y arañazos con sus cualidades anti-bacterianas. Sin embargo, los beneficios de esta planta también se llevan al campo de la alimentación, y se conocen desde hace miles de años.
Los Egipcios la llamaban la planta de la inmortalidad, y los nativos americanos, la vara del cielo. En años más recientes, la composición del aloe se ha estudiado y es ahora considerada como un súper-alimento. El gel en sus hojas contiene al menos 75 nutrientes, 20 minerales, 12 vitaminas, 18 amino ácidos y 200 encimas activas. Aunque anteriormente ya os contamos cuáles son algunos de los beneficios del zumo de aloe, ingerir aloe regularmente tiene propiedades:
- Anti-Cancerígenas
- Hidratantes
- Reduce el colesterol y la presión sanguínea alta
- Reduce la inflamación y calma el dolor de artritis
- Protege el cuerpo de las hormonas oxidantes del estrés
- Protege los riñones y previene la formación de piedras
- Protege de los oxalatos del café y té
- Alcaliza tu cuerpo
- Alivia las úlceras, IBS y la enfermedad de Crohn, entre otros problemas de digestión
- Nutre el cuerpo
- Alivia los constipados
- Previene y trata infecciones por cándida
- Equilibra los electrolitos (haciendo de ella una bebida perfecta después del entrenamiento)
- Mejora la actividad cardiovascular y la resistencia física
- Aumenta la velocidad de cura y recuperación de heridas y cansancio muscular
- Hidrata la piel, acelera la reparación de ésta
Ingredientes
- Gel de Aloe (podéis usar una hoja larga)
- Agua de coco / Agua normal
- 2-3 ramas de cilantro fresco
- Miel
- Zumo de lima / limón
Modo de preparación
Corta trozos grandes de aloe y muele junto las hojas de cilantro (y hielo si te apetece frío). Si tienes gel de aloe ya comprado, mézclalo primero con las hojas de cilantro. Llena el vaso con agua de coco, un poco de miel si te gusta, y un generoso chorro de zumo de lima/limón.
NOTA: debido a las cualidades laxantes del aloe vera, se recomienda empezar con dosis pequeñas e ir aumentando en cantidad con el tiempo. También, en raras ocasiones, hay gente que puede ser alérgica al aloe. si nunca lo has utilizado, aplica una cantidad pequeña detrás de tu oreja o bajo tu brazo: si pica o una erupción aparece no utilizar ni consumir.
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