Las marcas de ropa tienen el poder de cambiar la vida de sus trabajadores. Este es un ejemplo
Cuando compramos ropa, somos nosotros mismos los que escogemos el color, la talla, el estilo, la calidad, la marca y el precio. Pero cuando echas un vistazo a la parte trasera de la marca, y ves las personas que están haciendo esa ropa por lo general trabajan en condiciones pobres, con límites en sus derechos y libertades.
A muchos, nos gustaría comprar ropa que estuviera hecha bajo unos criterios que aseguraran la seguridad laboral del trabajador, así como el cumplimiento de sus derechos y libertades. Sin embargo, es difícil encontrar garantías de confianza en el mundo de la moda.
Una de las razones es que muchas de las marcas por lo general, no son las propietarias de sus fábricas. La ropa es fabricada en diferentes empresas que se encuentran en complejas cadenas internacionales de distribución. Tomemos como ejemplo una camiseta:
Entre la persona que compra la camiseta, y las personas que la han creado, encontramos: la tienda, la marca de ropa, el transporte, agentes, y por supuesto la fábrica donde ha sido creada. Montar una camiseta, envuelve a un grupo de trabajadores, que pueden estar repartidos en diferentes fábricas. Ropa más compleja puede implicar más trabajadores. Hay muchos puntos donde algo puede ir mal, y esto es sólo en referencia a los procesos de distribución, pero, ¿Qué pasa con los procesos anteriores a la distribución? El algodón, por ejemplo, material para fabricar esa camiseta, crece en plantaciones, se hila en hilanderías, tiñe, y se manda a la fábrica. Todos estos pasos, para una simple camiseta. Pero cada marca, crea no una camiseta, sino a veces decenas, o incluso centenas de diseños por temporada. Estas, se piden de diferentes fábricas, y al mismo tiempo, las fábricas pueden estar creando ropa para diferentes marcas. El resultado, es un tapiz de diversas cadenas de suministro entrelazadas. En este complicado sistema, ¿cómo puedes empezar a averiguar si las personas que crean estas camisetas están siendo tratadas con justicia?.
Fair Wear Foundation se centra en estas partes de la cadena de suministro donde la ropa es creada. Muchas infracciones laborales tienen lugar en las fábricas de costura, que es donde más trabajadores están implicados.
Fair Wear Foundation trabaja para que los estándares laborales basados en la Declaración de los Derechos Humanos de la UN, se cumplan.
- El trabajo se escoge libremente
- No hay discriminación en el trabajo
- No se utilizará mano de obra infantil
- Libertad de asociación y derecho de la negociación colectiva
- Pago de un salario digno
- Horas razonables de trabajo
- Condiciones de trabajo higiénicas y seguros
- Relación de trabajo jurídicamente vinculante
Millones de trabajadores alrededor del mundo se enfrentan a la pobreza y a violaciones de los derechos humanos cada día. Las cadenas de suministro son compliacadas, como hemos visto, y hay muchos puntos negros donde las coas pueden ir a mal. Muchas de las marcas de ropa no son propietarias de las fábricas donde se producen sus productos, pero sí que tienen mucho poder de influencia para cambiar cómo se trata a los trabajadores de las fábricas. FWF trabaja con estas marcas que se toman la responsabilidad que tienen frente a la sociedad en serio, y que quieren aprender cómo usar su influencia para mejorar la vida de las personas que crean sus ropas.
Proveedores nuestros como Armedangels, es uno de los ejemplos de marcas que se sienten responsables y buscan mejorar los procesos de sostenibilidad en toda la cadena de producción. Aunque este año hayan conseguido una calificación de GOOD, su objetivo es el de conseguir la máxima valoración y finalmente convertirse, en la marca de ropa más justa del mundo.
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