Món Badabadoc, universo cromático
Meritxell Ulibarri es la alma mater de Món Badabadoc. Risueña, cercana y natural, como las prendas infantiles que lleva creando desde hace más de una década, la diseñadora trasmite tan buen rollo como sus propuestas, y demuestra con ellas que otra industria textil –de proximidad, artesanal, en la que se reduzca el impacto ambiental y se apoye el tejido económico local– es posible. ¿Quieres conocerla un poco más?
Cuéntanos un poco tu historia. ¿Quién es Meritxell y cómo llegas a la decisión de crear tu propia marca de ropa infantil, Món Badabadoc?
La costura ha estado siempre en mi vida, de niña ya hacia ropa a las muñecas. Así que acabar convirtiendo la confección y el diseño en mi profesión ha sido una evolución natural.
Actualmente llevo 11 años con el proyecto, después de trabajar para grandes marcas y ver como funciona la industria de la moda me lancé a iniciar un proyecto personal, con valores humanos muy diferentes a los habituales en la industria textil.
Define con tres palabras Món Badabadoc para los que no lo conozcan.
Color. Proximidad. Cariño.
Prácticamente desde los inicios de Món Badabadoc has trabajado con Olokuti. ¿Qué es lo que te atrajo para que confiaras en nosotros?
Sin duda los valores de la tienda y la buena energía que transmitís.
¿Cuánta gente hay detrás del proyecto? ¿O te encargas tú de todo: diseño, confección prendas, estampados…?
La marca la gestiono yo sola, pero a día de hoy Món Badabadoc no sería posible sin todas las personas que hay detrás.
Todos nuestros proveedores son pequeñas empresas que fabrican cerca de nuestra zona: los diseños de los estampados los compramos directamente al diseñador, y empresas locales tejen, tintan y estampan el tejido (actualmente fibra de algodón orgánico), todo esto a menos de una hora de nuestro taller. También tenemos muy cerca el taller de confección, que ahora mismo son un imprescindible de la marca.
¿Qué hace especial a Món Badabadoc?
Creo que los clientes cuando miran mi marca ven diferentes cosas que les llama la atención. Para mí lo más importante son los diseños pensados para que los niños se sientan identificados con la ropa y los adultos puedan encontrar propuestas para vestir a sus peques con unos valores acorde con los suyos.
“Fabricación de proximidad”. En alguna entrevista has comentado que ése es el sello distintivo de Món Badabadoc . ¿Nos lo puedes explicar un poco más?
Desde los primeros pasos de la marca, la proximidad ha sido una premisa básica. El mundo de la moda nos ha llevado a una deslocalización impresionante, y una prenda antes de llegar al cliente final puede haber pasado por tres países diferentes. Con Badabadoc he querido aportar mi granito de arena, trabajar con la industria textil local reduciendo así el impacto ambiental de las prendas, y apoyar el tejido económico de la zona siempre ha sido y será un imprescindible para nuestra marca.
¿Cuáles son los principios bajo los que creas tus prendas? ¿Qué te inspiró a hacer ropa sostenible para bebé y niños?
El amor por los colores vivos y la ilustración infantil son los que inicialmente hicieron que me decantara por la ropa infantil y no por otra profesión. Para mí resulta muy divertido hacer ropa para los peques!!!
¿En qué te basas a la hora de crear tus colecciones?
Siguiendo nuestra línea de ropa colorida a la hora de ponerme hacer una nueva colección siempre me gusta escuchar a los más peques y sus peticiones, en los pequeños detalles que a ellos les gusta encontrar en la ropa.
También es importante para la marca que los animales estén presentes en todas nuestras colecciones; como una manera de acercar y conectar a los más pequeños con la naturaleza.
Sin duda, cada vez son más las personas que se han sumado al cambio y apuestan por un consumo responsable y sostenible, apoya el trabajo de artesanos, el diseño local, el comercio de proximidad...
¿Cómo convencerías a los que no consideran que sea necesario ese cambio?
Creo que hoy en día es básico pensar en el mundo que queremos dejar a nuestros pequeños. La conservación de los ecosistemas y el apostar por una economía circular que anteponga las necesidades humanas y los ritmos de la naturaleza al consumo y la producción sin consciencia.
¿Cómo te ha afectado la situación de excepcionalidad que estamos viviendo con la COVID19?
Sin duda estamos en un momento critico para todos, y lo más importante es mantenernos sanos.
En nuestra posición como pequeña empresa es un punto de inflexión donde se nos van a plantear muchos retos, que esperamos poder superar con creatividad y el amor por nuestro trabajo. Hasta ahora hemos sentido de cerca el apoyo de nuestros proveedores y clientes y creo firmemente que si trabajamos juntos podemos salir reforzados de esto.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
La libertad creativa y la relación con el cliente final, ver como disfrutan de la prenda creada para ellos.
Para acabar, un deseo.
Que seamos capaces de producir el cambio que tanto necesita nuestro planeta.
Fotos: Món Badabadoc ı Meritxell Ulibarri
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