Un escalofriante océano de plástico
Tenemos un problema muy cerca nuestro, tan cerca, que ya no podemos girar la cara y mirar a otro lado. Se trata del plástico en nuestros océanos.
Muchos se sorprendieron cuando salieron a la luz imágenes de islas que, por la fuerza de los remolinos y corrientes oceánicas, estaban creadas única y exclusivamente, por plástico, botellas y en general, basura.
Estas creaciones en pleno océano, que no tienen nada de naturales, son tan solo la punta del iceberg de lo que se está cociendo más abajo, y es que estas pequeñas muestras de plástico sólo representan el 5% de todos los residuos abocados al mar por el hombre.
La revista Science, publicó el pasado mes de febrero, una estimación real sobre la cantidad de residuos plásticos que entran en nuestros océanos anualmente, y la cifra es escalofriante: de 5 a 12 millones de toneladas tan sólo en el 2010, y actualmente tenemos entre 100 a 150 millones de toneladas ya en corriente.
Quizás estas cifras no sean demasiado representativas, y podemos no acabar de entender la problemática del asunto, así que quedaos con este dato: si este fluir de basura hacia nuestros océanos no se detiene, en diez años tendremos 1 quilo de plástico por cada 3 quilos de peces. Sin embargo, todavía hay más por lo que preocuparse, y es que los cálculos no salen: falta plástico en el océano que no se ha podido encontrar.
Sabemos que la mayoría de plásticos no se deterioran, otra parte llega a las costas y se retira, otra se encuentra atrapada en el hielo del Ártico, y más plástico se hunde en el fondo del mar, pero ¿donde está el resto?
Fotos que han surgido en Internet nos muestran que la mayoría de especies de peces que se examinan, tienen plástico en su interior, y ésta ha sido la causa de la muerte de un sin fin de aves marinas, tortugas y mamíferos marinos, así que es aquí donde encontramos nuestra respuesta: el plástico que falta está dentro de los animales marinos. Todavía se desconoce como afecta esto para el ser humano, pero personalmente, ya es muy preocupante.
Sin embargo, ¡hay esperanza! Podemos resolver el problema: El nuevo estudio de Science identifica que el origen de la mayor cantidad de plástico, se encuentra en países en desarrollo, donde el rápido crecimiento demográfico y las clases medias emergentes, han hecho aumentar exponencialmente el consumo de plástico.
Ahora sabemos que grandes cantidades de plásticos están entrando en nuestros océanos, el mayor problema podría ser el plástico que no podemos ver. En la mayoría de estos lugares, la velocidad del crecimiento económico sobrepasa la capacidad de estos países para gestionar sus residuos - y es por eso que una gran cantidad de basura plástica termina en ríos y finalmente en el océano-.
Esto no es sólo un problema ambiental ya que la falta de recolección de residuos tienen efectos directos en la salud pública, la seguridad alimentaria y la calidad del agua. Principalmente, deberíamos encontrar soluciones de diseño que eviten el uso de plásticos innecesarios, dañinos y no reciclables. Y aunque una prohibición indiscriminada del uso del plástico es irreal -en muchas aplicaciones el plástico puede ser una solución más sostenible para el medio ambiente que sus sustitutos-, eso no significa que el plástico deba terminar en nuestros océanos.
Mejorar la gestión de la recogida de plásticos en los países más industrializados, es económicamente viable -en Finlandia encontramos tasas del 100% de recogida de plásticos- y además es la clave para reducir el impacto negativo en los océanos. Durante los próximos seis meses, organizaciones como Ocean Conservancy va a trabajar con empresarios, industrias y empresas, para identificar un conjunto de herramientas y estrategias que puedan tener un impacto real en las comunidades, en el desarrollo de la zona, donde la contaminación es el más grande, y que a la vez les permita mantener su actividad. Hay esperanza para los océanos
La investigación nos dice que el punto máximo de residuos globales no llegará antes del año 2100, una fecha que parece lejana, pero no lo es.
Cada uno de nosotros podemos aportar nuestras pequeñas acciones para evitar el uso de plástico innecesario, y recordad que: poco a poco, un poquito se convierte en MUCHO.
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