¿Se puede vivir sin crear basura?
De este peso, un 30% es papel, otro 15% comida, y otros 20% plástico y metal, entre otros. Para ilustrar mejor el panorama en el que nos encontramos, es como si cada familia tirara a la basura el equivalente a seis árboles en papel cada año, y si hablamos de energía, cada año se produce en nuestro hogar lo suficiente como para 500 baños largos, 3500 duchas o 5000 horas de televisión. ¿Impactante, no?
¿Y cómo os quedaríais si os dijera que un estilo de vida sin generar NADA, absolutamente nada de basura, es posible? Seguramente no me creeríais, es por eso que esta semana hemos querido acercaros la historia de Lauren Singer, una estudiante de estudios medioambientales que decidió empezar una vida sostenible sin generar basura hace ya casi dos años.
"Estudiaba Estudios ambientales en protesta contra las grandes petroleras, y presidía un club donde organizábamos charlas semanales sobre temas ambientales.
Yo creía que era una chica green en toda regla, y me gustaba serlo. Toda mi familia y amigos pensaban en mí como la chica-sostenible, pero había algo que me mosqueaba, y es que sentía que no estaba haciendo todo lo que podía para ayudar al medio ambiente.
Hubo dos momentos claves que me llevaron a este estilo de vida libre de residuos, libre de basura: El primero fue mi último año de universidad cuando mi profesor Jeffrey Hollender, hizo hincapié en la importancia de vivir según tus valores, y me hizo ser consciente del impacto ambiental que yo misma creaba.
La segunda fue un compañero de clase que traía cada día de cada semana su almuerzo en una bolsa de plástico de un solo uso, una botella de agua desechable, y una bolsa de patatas. Y día tras día venía, se lo comía y lo tiraba a la basura. Me sentaba allí, le observaba y en mis adentros me quejaba, pero nunca hice nada y eso me revolvía las tripas: Se supone que somos el futuro de este planeta y aquí estamos con nuestros residuos, ensuciándolo todo. Un día llegué a casa y cuando abrí la nevera, me di cuenta de que en cierta manera, yo no era nada diferente del chico de clase: ¡todos mis productos estaban de una manera u otra envueltos o envasados en plástico u otros derivados! Me llamé a mi misma hipócrita, pero ese fue el día en el que decidí que plástico no me acompañaría por mucho tiempo más.
Investigué, porque esta transición no ocurrió de la noche a la mañana. Quería reducir mi huella ecológica, pero había muchas cosas que tenía que aprender a hacer por mi misma,desde pasta de dientes a productos de limpieza, y muchas cosas más que nunca me habría planteado. Investigué y aprendí mucho a través de internet y un día me encontré con un blog llamado Zero Waste Home, donde se documentaba la vida de Bea Johnson, esposa y madre de dos hijos que todos viven una vida sin residuos en California. En ese momento yo ya había eliminado casi todo el plástico de mi vida y pensé: "Si una familia de cuatro personas puede vivir un estilo de vida sin residuos,yo, una chica sola de 21 años de edad sin duda puede." Y eso hice.
Quiero demostrar que un estilo de vida de Basura-Cero es simple, rentable, divertida, y completamente posible para todos hoy en día, ¡porque si yo puedo hacerlo, cualquiera puede!
Éstas son sólo algunas de las formas de vida ha mejorado desde que empecé este estilo de vida:
1. Ahorro dinero
Hago una lista de la compra con las cosas que realmente necesito para no comprar impulsivamente. Traigo mis propias bolsas y tarros para compara a granel, lo que me supone no pagar el plus por el embalaje. Y cuando se trata de mi armario, no compro ropa nueva; sino que voy a tiendas de segunda mano y obtengo mi ropa a un precio muy rebajado.
2. Puedo comer mejor.
Desde que compro alimentos no envasados, los alimentos que no son demasiado saludables se restringen y son muy limitados, en cambio me alimento de un montón de frutas y verduras orgánicas, legumbres a granel, así como de una gran cantidad de alimentos de temporada y locales, ya que los mercados de agricultores ofrecen increíbles productos no envasados. Así además, contribuyo al comercio local.
3. Soy más feliz.
Antes de que adoptara este estilo de vida, me encontraba a mi misma yendo al supermercado cada dos por tres porque no compraba adecuadamente, iba a comprar miles de exfoliantes, cremas faciales, etc. y muchos productos de limpieza.
Ahora, en una semana normal voy tan solo una vez a comprar , hago mis propias cremas faciales y productos de belleza, (¡son mucho más fáciles de hacer de lo que la gente se piensa, con ingredientes simples y cotidianos!). No sólo es más fácil y divertido, sino que además es más saludable (todo es sin productos químicos).
Nunca anticipé que la elección de no producir residuos se traduciría en una mejor calidad de vida, pensé que sería sólo significa no generar basura, en cambio, he iniciado mi propia empresa donde hago y vendo productos que he aprendido a hacer en los últimos años! Todos, esta claro, sin embalaje!
¿Y porque empecé a vivir así? Para alinear mis pensamientos y mis ideales, con mis acciones. Y de momento, lo estoy consiguiendo."
Si queréis saber más, aquí está su blog: www.trashisfortossers.com/
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