11 Propósitos para un nuevo año más sostenible
Aprovecha el inicio de un nuevo calendario para poner en marcha o ampliar tus hábitos cotidianos sostenibles. Nosotros apuntamos estos, pero si quieres puedes seguir sumando ideas a la lista de propósitos sostenibles, tienes 12 meses por delante para cumplirlos.
Basuraleza, no gracias. No ensucies el entorno porque, te guste o no, también es tu casa. Recuérdalo la próxima vez que dejes desperdicios fuera de lugar y lo ‘maltrates’. Muchos de los residuos que estamos generando y tirando tardarán cientos de años en desaparecer y lo peor es que muchos de ellos no estarían ahí si se hubieran reciclado de forma correcta. Sé más responsable y no dejes basura en la naturaleza.
Apuesta todo al verde. Súmate a una energía más responsable. Si aún no te has planteado cambiar puede que sea el momento de hacerlo, porque el futuro de la energía pasa por las renovables. Son más sostenibles, limpias y sí, a la larga, más baratas. Busca una compañía suministradora de electricidad que certifique que el origen de la electricidad que comercializa es verde y que proviene solo de fuentes renovables. Con ese gesto haces posible que lo que pagas en tu factura eléctrica favorezca el desarrollo de las fuentes renovables y autóctonas en lugar de otras mucho más contaminantes.
Stop al derroche energético y al malgasto eléctrico. Parece una obviedad pero seguimos derrochando electricidad. Apuesta por la eficiencia energética, usa la energía de forma responsable y con conciencia, para ahorrar recursos cuando sea posible. Pequeños gestos te ayudarán a conseguirlo: aprovecha al máximo la luz natural, apaga las luces en las zonas de casa donde no hay nadie, no olvides sustituir las bombillas por unas de bajo consumo o led, que optimizan la energía y consumen mucho menos. No dejes en stand by los aparatos y electrodomésticos... Asimismo, el abuso de la calefacción y de los sistemas de climatización lleva implícito un derroche energético y un gasto de recursos innecesario. Asegúrate de que tu hogar, oficina, espacio de trabajo... tiene una temperatura adecuada tanto en invierno como en verano. Cierra siempre las ventanas mientras uses la calefacción, intenta preservar el calor y apágala cuando no sea necesaria. Recuerda: calienta solo tu casa, no a todo el planeta.
Ahorra agua. No es un secreto que el agua es un bien escaso en algunas zonas del planeta, y la tendencia es que vaya a más a medida que avance el calentamiento global. Nuestros actos cotidianos deben ir encaminados a evitar el derroche de agua y no es complicado ni una tarea imposible. Instala sistemas de ahorro como aireadores en los grifos, arregla las posibles fugas, dúchate en vez de darte un baño, usa la lavadora y el lavavajillas, si lo tienes, en modo Eco, etc.
Alimenta la sostenibilidad y evita el desperdicio. La ganadería es el sector que más gases de efecto invernadero emite, aproximadamente el 18%, después del transporte. Así que literalmente, nuestra dieta se está ‘zampando’ el planeta ya que resulta bastante insostenible. Lamentamos decirte que comer en exceso o inadecuadamente es tan negativo para nuestra salud como para el medio ambiente. Así que no se trata de dejar de comer carne, por ejemplo, pero sí de no hacerlo a diario. Volvamos a la dieta mediterránea. Se calcula que esto haría que las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de alimentos descendieran más de un 70%. Más consejos, también a la hora de alimentarte decántate por productos de procedencia local y de comercio justo para fomentar la economía de la zona. ¿Sandía en diciembre y mandarinas en julio? Olvídate, los productos locales, cercanos y de temporada, son ricos y variados y, además, cuidan del entorno al no generar tanta contaminación por tener que traerlos desde lejos. Nuestra manera de alimentarnos contribuye al desperdicio. La Comisión Europea estima que cada año se desaprovechan en el mundo más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, es decir, un tercio de la producción mundial. Evitarlo es posible planificando mejor las compras y los menús y también aprovechando las sobras. Innova en la cocina creando nuevas recetas con lo que no te hayas terminado.
Recicla más y mejor. Seguro que tienes más que interiorizada la regla de las 3R y eres totalmente consciente de la segunda vida de muchos objetos. Sigue practicándola porque el reciclaje y la reutilización es un hábito que debe formar parte de nuestra vida todos los días del año.
Movilidad sostenible. Convierte el transporte público en tu mejor amigo y utilízalo para desplazarte siempre que sea posible. En el caso de necesitar el coche, compártelo con más personas, además de tener compañía, reducirás el impacto ambiental; el hecho de que varias personas usen el mismo vehículo supone un 40% menos de CO2 frente al uso del coche particular. Apuesta por la movilidad inteligente y más limpia: bicis, motos eléctricas, patinete, tren, bus, tranvía… Lo que quieras, pero elige moverte en medios de transporte menos contaminantes.
A moda sí, pero con cabeza. Apuesta por prendas sostenibles y productos que mantengan una lógica de producción y consumo basada en la responsabilidad, la ética y la calidad. No te vuelvas loco/a comprando cosas que no necesitas. ¿Realmente necesitas renovar cada temporada, zapatos, abrigos, camisetas, jeans, bañadores… si los que tienes en tu armario están en buenas condiciones? Deberíamos replantearnos la manera y la frecuencia con la que consumimos ropa, porque le está costando al planeta muchos recursos, millones de litros de agua y la emisión de miles de toneladas de CO2 y residuos.
Consume como piensas. Te proponemos para este nuevo año una práctica que te va ayudar mucho: lee bien las etiquetas de los productos que adquierass. Obtendrás información muy valiosa sobre la composición de los productos y también sobre dónde están fabricados… Apuesta, en la medida de lo posible, por productos locales, de cercanía, y de comercio justo que aseguran que las personas que los producen han recibido un precio justo por su trabajo, y que no hay abusos en la cadena de producción.
No a las Fake news. A estas alturas no tenemos que decirte que no debes creérte todo lo que lees o escuchas, pero siempre va bien recordarlo. Vivimos momentos en los que los bulos, las informaciones inexactas e incluso falsas están a la orden del día. Por eso es un buen propósito contrastar la información y evitar contribuir a propagar informaciones que no son ciertas. Es un modo de poner nuestro granito de arena para lograr una sociedad más justa y solidaria.
Hazte voluntario ambiental. Implícate con el medioambiente y el planeta. Existen muchos proyectos de voluntariado puestos en marcha por organizaciones ambientales que se basan en acciones sobre el terrero. Planta árboles para reforestar zonas quemadas, recoge residuos, salva ballenas… Seguro que encuentras alguna causa medioambiental que te llena.
Imágenes: Unsplash. Pixabay. Litterati.
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