Bambú, material sostenible

Alguna vez nos podemos preguntar cómo hacer que nuestros hábitos o nuestro consumo sea más sostenible con los recursos que utilizamos.

Una forma sin duda es por los materiales de los que se componen los productos que consumimos. Uno de los materiales que están más cerca tanto de la sostenibilidad como de las últimas tendencias es el bambú.

Se trata de una planta (que no un árbol) que crece con gran rapidez, de forma natural, sin necesidad de pesticidas tiene fácil propagación, y que, encima no necesita replantarse. Posee propiedades como ser capaz de absorber los gases de efecto invernadero. Además consigue un tamaño adulto entre los 3 y 5 años. Nada que ver con los 50 años que tarda un roble. Vamos, no está nada mal, sin duda.

En todo caso, siempre hay que ir siguiéndolo de cerca ya que tampoco es el material perfecto, si bien se trata de un material altamente renovable y de carácter sostenible. Algunas críticas que se le achacan son los agentes químicos que se utilizan para romper sus fibras, su elevado coste de transporte o que su utilización incontrolada en zonas como China está poniendo en peligro el ecosistema de los siempre entrañables osos panda.

En cuanto a las bondades de sus características, su uso es muy diverso dada su gran versatilidad, resistencia y flexibilidad para la construcción o para la elaboración de productos de consumo. Y bueno, que decir de su delicioso sabor… o al menos eso parece al ver, de nuevo, a los ositos panda relamerse de placer cuando pelan sus ramitas de bambú. Yo, de todas formas, no recomiendo llevárselo a la boca...

Hoy en día podemos encontrarnos gran variedad de productos que están realizados con bambú y que además de su practicidad tienen una imagen más que moderna.

1. Productos cosméticos.

Tiene propiedades hidratantes y exfoliantes. Se trata de un antibacteriano natural lleno de vitaminas y minerales y se usa frecuentemente en cosmética capilar.

2. Útiles y muebles para el hogar.

Todo tipo de complementos para comer, decorar, servir o lo que se pueda imaginar para el hogar. Y con diseños que pondrán tu casita a la última además de ese aspecto natural tan acogedor que siempre se agradece en casa. Aquí algunos ejemplos. En cuanto a muebles, gracias a su elasticidad se pueden conseguir fantásticas formas. 

 

 

3. Ropa.

Más suave que el algodón y con propiedades antibacterianas y no irritantes, es ideal tanto para camisetas como, por su agradable tacto para la ropa interior. Y también para la ropa del hogar, cómo no, que ya se empieza a utilizar en sábanas o toallas.

4. Ordenador personal.

Carcasas sostenibles para productos que tantas veces no lo son tanto, dado su uso intensivo de plásticos. ¡Desde luego llama la atención!

5. Construcción.

Uno de los mejores ejemplos sin duda es la T4 de Barajas, el mayor proyecto a nivel mundial que incorpora el bambú como solución natural y sostenible. También, en términos domésticos, existen soluciones  como parquet de bambú, más sostenible que los parquets tradicionales además de elegante y vistoso.

Terminal T4 hecha con bambú. Foto: Bigdani

También, en términos domésticos, existen soluciones  como parquet de bambú, más sostenible que los parquets tradicionales además de elegante y vistoso.

Y por último, que sepan los amantes del Feng Shui, que el bambú llena de energía positiva al ambiente en el que se encuentre. Es muy recomendable en este sentido tener una plantita de bambú en casa. Yo, por mi parte, dejo esta varita de bambú (osito panda incluido) para el buen Feng Shui de está página.


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