Conducción ecológica

Estamos en Semana Santa, una época en el que los desplazamientos y viajes en coche son un clásico, junto a las procesiones religiosas y las películas bíblicas de Charlton Heston en televisión. Por eso,  nos parece interesante abordar el tema de la conducción eficiente, puesto que si no podemos evitar la obligación de tener que coger el coche, por lo menos que nuestro impacto en el medio ambiente sea el menor posible y de paso, nos ahorramos unos euros que no nos vendrá mal a nuestra economía doméstica.

Pero, ¿qué se entiende por conducción eficiente?

La definición de este concepto es una manera de conducir, unos hábitos y una técnica de conducción  inteligente de los vehículos a motor que ahorra combustible al optimizar la mecánica y las tecnologías de vehículo. Por este motivo, se dice que beneficia al medio ambiente puesto que al reducir el consumo de combustible, reducimos las emisiones de CO2 o gases de efecto invernadero de nuestro vehículo, y evidentemente reducimos la contaminación del aire de nuestras ciudades y la contaminación acústica.

Como decíamos,  la conducción eficiente también nos supone un ahorro dinero, ya que podemos ahorrar a largo plazo desde un 5% a un 15% de nuestro consumo y gasto. A eso, también los gastos de mantenimiento se reducen considerablemente. Y otra de las razones importantes por la que adoptar los hábitos de la conducción eficiente es la seguridad, puesto que la mejorar las técnicas de conducción aumenta nuestra seguridad vial. Tendremos una conducción más responsable, nos estresaremos menos al volante y lo agradecerán nuestros acompañantes.

¿Cómo podemos conducir de manera eficiente y ecológica?

conducción ecologica

Aquí os presentamos una recopilación consejos:

Justo cuando arrancamos el coche, no debemos pisar el acelerador. Si  nuestro coche es de gasolina, nos pondremos en marcha enseguida, pero si es de motor diesel tendremos que esperar unos segundos. La primera marcha sólo la usaremos para poner el vehículo en movimiento, y a los 2 segundos aproximadamente ya pasaremos a la segunda marcha.

Cuando circulemos, cambiaremos de marcha en función de la velocidad del coche o bien las revoluciones, y aceleraremos nada más haber realizado el cambio.

Si nos guiamos por la velocidad, usaremos:

Primera marcha: para arrancar

Segunda marcha: desde el arranque hasta los 30km/h

Tercera marcha: desde los 30kmh hasta los 40km/h

Cuarta marcha: desde los 40km/h hasta los 50km/h

Quinta marcha: a partir de los 50km/h

Si nos guiamos por las revoluciones, cambiaremos de marcha cuando superemos en los coches de gasolina las 2500 r/min y en los diésel cuando pasemos de las 2000r/min

Un coche por lo general consume mucho menos combustible cuando circula con marchas largas y a pocas revoluciones. La idea es circular lo máximo posible con marchas largas y a bajas revoluciones. Es siempre mejor, nos dice, usar marchas largas pisando el acelerador que usar marchas cortas pisando poco el acelerador. Incluso dentro de las ciudades hemos de procurar usar en cuanto podamos la cuarta o la quinta marcha.

Respecto a la velocidad, nos aconsejan conducir de manera fluida e intentar mantener una  velocidad constante, evitando maniobras bruscas acelerones, frenazos o cambio de marcha que no tocan. Evidentemente, también es importante moderarse en la velocidad, ya no sólo por una cuestión de seguridad vial, si no por que un aumento del 20% de la velocidad se puede traducir en un aumento del 44% del consumo de combustible. Es bueno saber que si no pisamos el acelerador, sea cual sea la marcha que esté puesta, si el vehículo va a más de 20km/h o a más de 1500r/min el consumo es cero!

Cuando deceleremos, por ejemplo cuando salimos de una autopista o nos aproximamos a un semáforo o a una rotonda, levantaremos el pie del acelerador y dejaremos que el coche avance con la misma marcha puesta. Frenaremos suavemente pisando ligeramente el freno e intentaremos bajar de marcha lo más tarde posible. Si las condiciones nos lo permiten, incluso podemos intentar detener el coche manteniendo la misma marcha larga.

Una vez detenidos, si vamos a estar parados más de 60 segundos aproximadamente, nos aconsejan apagar el motor.

presión ruedas

Otros aspectos a tener en cuenta son, por ejemplo, los relacionados con el mantenimiento del coche. Hemos <strong>controlar  la presión de los neumáticos</strong>, puesto que si no están adecuadamente inflados, aumenta el consumo de combustible y el riesgo de nuestra propia seguridad. O bien, cada dos o tres años,  si se hace necesario, cambiaremos las bujías para una combustión óptima del combustible, siempre según las indicaciones de nuestro mecánico.

También hemos de hacer un uso inteligente tanto del equipamiento electrónico del vehículo como del aire acondicionado. No hemos de olvidar que la electricidad de la que se sirven estos dispositivos del coche, se genera por un consumo extra de combustible.

Por últmo, tengamos en cuenta la carga que transportemos, puesto que también supone un incremento del consumo, así como cualquier cosa que pueda afectar a la aerodinámica del vehiculo, como por ejemplo lo que podamos llevar en la baca superior del coche.

Éstos son sólo algunos consejos, pero hay muchos más. Incluso hay autoescuelas y clubs de automovilismo que imparten cursos de conducción eficiente, algo que como hemos visto nos proporcionan más seguridad en las carreteras, nos ahorra dinero y reduce nuestro impacto en el medio ambiente.

Éstos son sólo algunos consejos, pero hay muchos más. Incluso hay autoescuelas y clubs de automovilismo que imparten cursos de conducción eficiente, algo que como hemos visto nos proporcionan más seguridad en las carreteras, nos ahorra dinero y reduce nuestro impacto en el medio ambiente.

Más información:

www.cea-online.es

callmepower.be/en/ecodrive

www.circulaseguro.com


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