Descubriendo tipos de yoga: Vinyasa
A estas alturas, todos tenemos al menos a un conocido que practica este beneficioso deporte. Seguramente, tú mismo lo has intentado alguna vez, y te consideras un amante de esta práctica. El yoga se ha vuelto una práctica atlética y espiritual muy popular, y los estilos de yoga se han ido expandiendo, haciendo así que millones de personas puedan disfrutar de los beneficios que aporta el yoga.
Existe el Vinyasa, Yin, Bikram, Hatha, Kripalu, por parejas, Kundalini, gravity o alguna mezcla o variante que se haya inventado tu gimnasio o estudio de yoga. Empezamos por el Vinyasa, ya que se trata de uno de los estilos favoritos y más practicados, caracterizado por el flujo de movimientos y asanas (posturas) que ofrecen al cuerpo y a la respiración, un constante flujo y renovación.
Movimiento y respiración
El estilo Vinyasa se basa en el movimiento constante, y lo más importante, en coordinar el movimiento con la respiración. El oxígeno continuo optimiza los beneficios de cada postura, y la respiración profunda y consciente combinada nos ayuda a mejorar la capacidad de respiración desarrollando el sistema respiratorio. La práctica regular del Vinyasa nos ayudará a coordinar cada movimiento con una inspiración o una expiración. Este estilo de yoga se por lo general bastante dinámico, por lo que requiere que la mente esté concentrada y presente. El truco es no aguantar la respiración o contener el aire. Concéntrate en el movimiento, e intenta hacer cada postura como si de un baile se tratara.
Beneficios
Es un estilo dinámico, pero eso no significa que sea difícil. Los movimientos entre asanas son rápidos y fluidos, por lo que hay que prestar atención al principio. Vinyasa crea fuerza en el núcleo y parte superior del cuerpo, mejorando la postura, tonificando y relajándonos. Cuando te concentras en la respiración, aumentas tu capacidad de concentración y equilibrio, y esto se extrapola a tu día a día.
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