Esta navidad, te damos unas cuantas razones para regalar cosmética ecológica
Si este año has pensado en esta opción y quieres regalar un producto natural tanto a ellas como a ellos, que cada vez lo demandan más, es bueno saber precisamente qué aporta a la salud y a qué se refieren cuándo nos dicen qué son productos ecológicos o respetuoso con el medio ambiente.
De entrada, cuando utilizamos productos de higiene y de cosmética ecológica tenemos la garantía de que nuestro organismo a través de la piel no se expone y absorbe toda una serie de productos que desde un punto de vista toxicológico son dudosos y que habitualmente se usan en la llamada cosmética de síntesis. Incluso hablamos de sustancia potencialmente peligrosas para nuestra salud como: aceites minerales, solventes, colorantes, conservadores y perfumes de síntesis. Estos productos también pueden ser alérgenos, irritantes hasta cancerígenos.
La cosmética ecológica esta producida a base de productos procesados con sustancias naturales y biológicas ricas en vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales. Es decir, viene con la garantía de que han sido fabricados con ingredientes de cultivo biológico, sin conservantes químicos, y tampoco perfumes o colorantes de síntesis. A esto, son productos cuya procedencia se conoce exactamente, además de sus rastreabilidad. Es decir, hay una garantía de su origen y la selección meticulosa de las materias primas con la que se elaboran. Por el contrario, la cosmética convencional o de síntesis, cada vez más “innovadores” y “revolucionarios”, nos prometen “milagros” sin tener antecedentes suficientes como para saber sus posibles efectos en el organismo pasado un largo período de tiempo.
En cuanto al medio ambiente, los fabricantes de cosmética ecológica certificada garantizan que en la fabricación de sus productos, concretamente, en los procesos de producción, se preserva el medio ambiente y se mide el impacto ecológico de cada eslabón de la cadena de fabricación. Como hemos dicho, los ingredientes que se utilizan proceden principalmente de agriculturas biológicas (es decir, donde no se han utilizado fertilizantes químicos, ni pesticidas, ni herbicidas o GMO, siglas que definen los Organismos Genéticamente Modificados o lo que conocemos como transgénicos) y los procesos de transformación son simples y no contaminantes. Las sustancias difícilmente biodegradables están prohibidas, y evidentemente, los test en animales como cobayas así como el uso de cualquier materia prima de origen animal están totalmente prohibidos.
Pero, ¿cómo saber qué estamos comprando cosmética ecológica?
Nos acercamos a los productos, leemos las etiquetas y se nos hace muy difícil descifrar lo que pone en ellas. Como ya hemos hablado en otros post del Oloblog, los términos Bio, Eco y Natural se están popularizando y cada vez más presentes en productos, como en este caso, la cosmética natural. Podemos leer marcas o sellos de garantía y seguridad para el consumidor como BDIH, Ecocert, Bio y Eco (Cosmebio), AB o Demeter.
Si queremos profundizar más para tener muy claro que tenemos entre manos, lo primero que hemos de pedirle al producto que nos interesa, sea por ejemplo, una crema facial, o un jabón o un esencia, es que tenga uno de estos sellos de certificación. Cada entidad certificadora posee unos estándares distintos para denominar a un producto Bio, Eco o Natural, por lo que tendremos que identificar el sello del organismo que regula su calificación para saber qué porcentaje de ingredientes naturales y qué exigencias han superado para obtener dicha calificación.
En España, las dos empresas que principalmente regulan y certifican que un producto cosmético cumple con los estándares son EcoCert y CosmeBio, aunque es factible que encontremos cosméticos que cumplan estándares fijados por otras empresas europeas.
En primer lugar, EcoCert diferencia entre Cosmética Natural y Cosmética Natural y Ecológica, por lo que no veremos cosméticos con denominación Bio dentro de este sello, aunque se trate tan sólo de un simple término, puesto que las características son similares.
EcoCert denomina que un producto es de Cosmética Natural si como mínimo el 95% de los ingredientes son naturales (máximo de 5% de ingredientes de síntesis) y al menos un 5% de los ingredientes del producto final provienen de agricultura ecológica.
Mientras que los productos considerados como Cosmética Natural y Ecológica como mínimo el 95% de los ingredientes son naturales (máximo de 5% de ingredientes de síntesis) y al menos un 10% de los ingredientes del producto final provienen de agricultura ecológica.
Las diferencias entre CosmeBio y EcoCert son muy sutiles, pero lo suficiente como para que podamos confundirnos a la hora de adquirir un producto. Cabe decir que también que ambos exigen la exclusión de algunos ingredientes dentro de la composición sintética como son siliconas, parabenes, conservantes y perfumes sintéticos.
La denominación de Bio para CosmeBio significa que al menos el 95% de ingredientes son naturales (5% síntesis), al menos un 95% de los ingredientes de origen vegetal deberán ser agricultura biológica y que al menos el 10% de los ingredientes del producto final debe de ser procedente de agricultura biológica.
Su denominación Eco implica que al menos el 95% de ingredientes son naturales (5% síntesis), que al menos un 50% de los ingredientes de origen vegetal deberán provenir de agricultura biológica y que al menos el 5% de los ingredientes del producto final debe de ser procedente de agricultura biológica.
Al final, llegamos a la conclusión que es importante estar informados y saber qué estamos comprando. Así pues, podemos tener la tranquilidad que al comprar un producto de cosmética con uno de estos certificados y con la denominación de Bio o Natural y Ecológico, ya que cumplen prácticamente los mismos estándares, estamos adquiriendo algo que cuida realmente de nuestra salud y es respetuoso con el medio ambiente.
Fuentes y más información en:
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