La alternativa ecológica al contaminante 'porexpan' ya llegó
<em>Hechos de junco, estos envases son biodegradables y compostables</em>
A los ciudadanos se nos pide que cada día separemos en diferentes basuras los envases de cartón o papel, plástico, vidrio y material orgánico. Pero hay otros materiales que muchos usuarios ni tan siquiera saben en qué bolsa colocar. ¿A que cubo tiro el papel de aluminio? ¿Y las colillas? ¿Y los envases blancos de porexpan o poliestireno expandido?
Una empresa de California, Biomass Packaging, ha lanzado una línea de recipientes biodegradables y compostables que están hechos de juncos y que sirven para empaquetar la carne y el pescado. Este material, similar de aspecto al dañino 'porespan' o poliestireno de color blanco que todos conocemos, esta realizado integramente por material propio de los altos y robustos juncos que por lo general crecen en los humedales o zonas pantanosas. Las nuevas bandejas y recipientes fueron diseñados precísamente para reemplazar los contenedores de poliestireno que se utilizan normalmente para envolver la carne, aves y mariscos.
Los contenedores están diseñados para que puedan convertirse en abono en las instalaciones de compostaje residenciales o municipales a partir de entre los 30 días y los 90 días. Están hechos principalmente de totora, aunque también contienen bagazo de bambú, caña de azúcar y paja de trigo o arroz. La empresa que lo comercializa, además, advierte que estos juncos son plantas que no se utilizan normalmente en la producción de alimentos, por lo que su uso como material para los envases no debe competir con la producción de alimentos. Por si fuera poco, todas las plantas son renovables de forma anual y fácilmente cultivables, por lo que es una fuente abundante de material que no impacta en el medio ambiente.
Los contenedores son aptos para usarse en los congeladores, en los microondas y en los hornos. Y también se pueden usar en las situaciones de envasado más húmedo, que corresponden generalmente a carnes y pescados. Hasta ahora, el 'porespan' un mal necesario porque las alternativas simplemente no tenian capacidad para un uso eficiente con la carne, el pollo o el pescado. Bueno, pues eso se acabó. Por fín existe una alternativa ecológica a los envases de poliestireno. Ya existe una alternativa viable que no esta hecha de maíz, de árboles o de plástico, y que ofrece la durabilidad y la robustez necesarias, además de la resisténcia a la humedad.
Otro ejemplo reciente de los novedosos ecoproductos que distribuye esta empresa son los contenedores de ingeo forrados con biopolímero. La ventaja de este otro material es que mantiene el calor de los alimentos cuando se transportan. Es decir, que podria sustituir las contaminantes cajitas que recibimos cuando pedimos una hamburguesa o los vasos y envases que usan en las cafeterías o en los restaurantes de comida para llevar y que mantienen el calor.
Las innovaciones de esta empresa son un ejemplo de cómo la última tecnología en biomasa se puede utilizar para resolver problemas complicados. Para los clientes de los restaurantes, esta es una gran noticia: la comida servida en estos contenedores será tan buena para comer como cuando salió de la cocina, y los contenedores se podrán luego tratar como residuos compostables.
A partir de ahora, las administraciones y los fabricantes ya no tienen excusa para seguir contaminando y dañando el medio ambiente. Una alternativa sólida al porespan ya llegó.
A los ciudadanos se nos pide que cada día separemos en diferentes basuras los envases de cartón o papel, plástico, vidrio y material orgánico. Pero hay otros materiales que muchos usuarios ni tan siquiera saben en qué bolsa colocar. ¿A que cubo tiro el papel de aluminio? ¿Y las colillas? ¿Y los envases blancos de porexpan o poliestireno expandido?
Una empresa de California, Biomass Packaging, ha lanzado una línea de recipientes biodegradables y compostables que están hechos de juncos y que sirven para empaquetar la carne y el pescado. Este material, similar de aspecto al dañino 'porespan' o poliestireno de color blanco que todos conocemos, esta realizado integramente por material propio de los altos y robustos juncos que por lo general crecen en los humedales o zonas pantanosas. Las nuevas bandejas y recipientes fueron diseñados precísamente para reemplazar los contenedores de poliestireno que se utilizan normalmente para envolver la carne, aves y mariscos.
Los contenedores están diseñados para que puedan convertirse en abono en las instalaciones de compostaje residenciales o municipales a partir de entre los 30 días y los 90 días. Están hechos principalmente de totora, aunque también contienen bagazo de bambú, caña de azúcar y paja de trigo o arroz. La empresa que lo comercializa, además, advierte que estos juncos son plantas que no se utilizan normalmente en la producción de alimentos, por lo que su uso como material para los envases no debe competir con la producción de alimentos. Por si fuera poco, todas las plantas son renovables de forma anual y fácilmente cultivables, por lo que es una fuente abundante de material que no impacta en el medio ambiente.
Los contenedores son aptos para usarse en los congeladores, en los microondas y en los hornos. Y también se pueden usar en las situaciones de envasado más húmedo, que corresponden generalmente a carnes y pescados. Hasta ahora, el 'porespan' un mal necesario porque las alternativas simplemente no tenian capacidad para un uso eficiente con la carne, el pollo o el pescado. Bueno, pues eso se acabó. Por fín existe una alternativa ecológica a los envases de poliestireno. Ya existe una alternativa viable que no esta hecha de maíz, de árboles o de plástico, y que ofrece la durabilidad y la robustez necesarias, además de la resisténcia a la humedad.
Otro ejemplo reciente de los novedosos ecoproductos que distribuye esta empresa son los contenedores de ingeo forrados con biopolímero. La ventaja de este otro material es que mantiene el calor de los alimentos cuando se transportan. Es decir, que podria sustituir las contaminantes cajitas que recibimos cuando pedimos una hamburguesa o los vasos y envases que usan en las cafeterías o en los restaurantes de comida para llevar y que mantienen el calor.
Las innovaciones de esta empresa son un ejemplo de cómo la última tecnología en biomasa se puede utilizar para resolver problemas complicados. Para los clientes de los restaurantes, esta es una gran noticia: la comida servida en estos contenedores será tan buena para comer como cuando salió de la cocina, y los contenedores se podrán luego tratar como residuos compostables.
A partir de ahora, las administraciones y los fabricantes ya no tienen excusa para seguir contaminando y dañando el medio ambiente. Una alternativa sólida al porespan ya llegó.
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