Pásate a la cosmética verde
Eco, bio, natural, vegano… Uno puede perderse a la hora de distinguir entre diferentes productos cosméticos. Por eso, antes de explicarte por qué deberías pasarte a la cosmética verde, aquí van algunas aclaraciones.
Hablamos de cosmética natural cuando sus ingredientes –al menos un 80%- son de origen natural (vegetal, animal, mineral o microbiológico) y no artificial. Se incluyen los obtenidos de estos materiales por procesos físicos (molienda, secado, destilación…) o de fermentación natural.
En cambio, usamos las palabras bio, orgánico o ecológico cuando hacemos referencia a productos cosméticos cuyos ingredientes naturales proceden entre un 90 y un 95% de la agricultura ecológica. Asimismo, si nos encontramos ante productos que no contienen ingredientes de origen animal, pero sí derivados o productos producidos por animales, estaremos hablando de una cosmética vegetariana. Solo podremos denominar cosmética vegana a aquella que únicamente incluye ingredientes vegetales y no ha sido probada en animales.
Aquí van unas cuantas razones para que te decidas a usar cosmética ecológica:
La cosmética eco es respetuosa con la piel ya que está libre de químicos y no contiene tóxicos, lo que beneficia a la piel. Además, al no contener químicos se minimizan las reacciones alérgicas. Eso la hace apta para todo el mundo. Personas con problemas dermatológicos como rosácea, psoriasis, pieles sensibles o las pieles delicadas de los bebé y los niños notan mucho sus bondades.Si tu piel hablara probablemente te pediría cosmética eco porque sus ingredientes se asemejan al manto lípido de nuestra piel y tienen una composición lo más parecida posible a ella. Por ese motivo la piel la tolera mucho mejor.
Son productos más nutritivos al estar elaborados con ingredientes genuinos y 100% naturales. Por ese motivo nutren la piel, su hidratación es más profunda, pueden ofrecer protección antioxidante y proporcionar ácidos grasos esenciales para mantener siempre una piel saludable y joven. Es decir, evitan el envejecimiento prematuro.
Al tratarse de productos naturales tienen más principios activos, se absorben mejor, no obstruyen los poros y hacen que la piel reciba todo el producto por lo que sus resultados son más eficaces y rápidos.
No es necesario aplicar grandes cantidades de producto como suele ocurrir con la cosmética convencional. Tu bolsillo lo notará, porque los productos duran mucho más.
Este tipo de cosmética es respetuosa con la naturaleza y el medio ambiente. La mayoría de marcas acostumbran a usar materiales reciclados, fomentan la economía local, cuidan los procesos de fabricación expulsando menos toxinas y contaminante, siguen estrictas normas de cultivo de sus ingredientes y están mucho más concienciadas a la hora de proteger el planeta y todo lo que ello conlleva.
Se trata de una cosmética ‘cruelty free’. Es decir, sus ingredientes no están testados en animales y, por supuesto, tampoco el producto final.
Ya sabes, al elegir productos respetuosos con el medio ambiente y sostenibles para cuidarte además de hacerle un favor a tu piel y disfrutar de sus beneficios, estás apostando por el futuro del planeta.
Fotos: Unsplah. Pixabay. Eco Cosmetics. Boho. Senzai.
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