¿Quieres un pelo de escándalo? Pásate al champú sólido

¿Qué le pides a un champú? ¿Que te limpie el cuero cabelludo sin dañarlo? ¿Que te cuide el cabello al máximo? ¿Si es posible que no te convierta en responsable de que sus envases no acaben en cualquier lugar contaminando y destruyendo los ecosistemas?
Con un champú sólido es posible conseguir todo eso.

 
Empecemos por lo básico, aunque suene a obviedad: no todos los champús sólidos son iguales, por eso es importante su elección; escoge uno de calidad y que se adapte a tu tipo de cabello.
Estos productos pueden ofrecer más beneficios en función de cuál sea su composición y, también, su elaboración. Por ese motivo, es importante que, además de libres de plásticos, estén elaborados 100% con ingredientes naturales y que no contengan sulfatos tóxicos, siliconas, parabenos, colorantes artificiales y demás elementos químicos que pueden ser nocivos para la salud.

Deben ser ecológicos por lo que habrá que revisar la procedencia de sus componentes, así como el proceso de elaboración que debe ser respetuoso con el medio ambiente, sostenible, de cercanía, sin pesticidas ni productos modificados genéticamente. Sus ingredientes, mejor que sean de origen vegetal y, en la producción de los componentes así como en todas las fases del desarrollo no debería de atentar contra animales (veganos y cruelty free).

Simplemente por el hecho de ser champú sólido y no necesitar envases de plástico ya estás contribuyendo a reducir la preocupante contaminación plástica que asola al planeta y que está intoxicando a un gran número de animales y, por extensión, a toda la cadena alimenticia.

Los envases de los champús sólidos acostumbran a ser de cartón reciclable y biodegradable, con lo que se consigue un impacto mucho menor en el medio ambiente.

Los champús sólidos limpian el cuero cabelludo a la vez que lo respetan y saneas, y para su elaboración se necesita menos agua que para un champú líquido convencional, al que se le se añaden ni sulfatos, parabenos, siliconas… esa ausencia de ingredientes agresivos hace que el sólido pueda recuperar su equilibrio del cabello evitando picores, caspa, irritaciones, dermatitis seborreica, etc.


   
Puede que no te lo parezca de buenas a primeras, pero una pastilla de jabón sólido, si la tratas bien –la mejor manera de mantenerla limpia, fresca y seca es una jabonera– puede llegar a durarte hasta tres veces más que un champú líquido convencional. Sí, la pastilla en su totalidad es producto, por eso solo necesitas agua y muy poca cantidad para conseguir la espuma necesaria para lavar el pelo como lo harías habitualmente. Además, su formulación y elaboración lo convierten en un producto muy concentrado.

Otra de las ventajas de este formato es que desperdiciamos menos producto, ya que el champú se aprovecha por completo, eso difícilmente ocurre con el champú líquido ya que siempre quedarán restos adheridos al envase que no podrán ser usados. Así que si echas cuentas, a la larga resulta mucho más económico que uno líquido.

   
Las pastillas de champú sólido son más prácticas para llevar de viaje o llevarlas en nuestro neceser de deporte. Sí, es cierto, ahora con la pandemia los vestuarios de los gimnasios están cerrados y podemos viajar pero estamos seguros que más pronto que tarde eso cambiará. Así que recuerda: ocupan menos y al ser sólidas, nos pueden ir en nuestro equipaje de mano. Además, permitirán que ahorres espacio y peso, ya que al estar elaboradas con ingredientes naturales la mayoría pueden usarse también como jabón corporal, facial, champú para la barba… se trata, como ves, de un producto muy versátil para nuestro cuidado personal diario. 

Ya lo sabes: un pelo más cuidado, saludable y bonito es posible y un planeta mejor, también.
 
Imágenes: Essabo | Foekje Fleur | Inuit |Naua Care


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