Sugo all'arrabbiata. Una experiencia gastronómica con productos biológicos

¿Cuántas veces lo hemos visto en la carta de multitud de restaurantes? ¿Y en los estantes del supermercado,  escrito en la etiqueta de salsas ya preparadas?

A veces, también lo encontramos de importación en tiendas de delicatessen, siempre con este nombre Arrabiata...

Y como a menudo suele pasar, cuando los platos se generalizan y las recetas viajan de una lugar a otro, se modifican, cambian y  pierden la esencia de la receta original. Así pues,  se nos hace difícil saber qué comeremos cuando nos lo sirve el camarero  o bien cuando abrimos el bote de salsa en casa... Arrabiatta siginifica literalmente enfadado, o quizás, mejor traducido, rabioso. Y podemos deducir que el nombre seguramente se debe al picante de los pimientos rojos tipo chili con el que se elabora.  Hemos rescatado la receta original de este plato romano de fácil  preparación y resultados exquisitos.

guindilla

 

 

Para 3/4 personas:

 

  • 500g de pasta  (a libre elección, puede ser Espaguetti o Rigattone, por ejemplo)
  • 420g de tomate entero pelado
  • 2 dientes de ajo
  • 1 pimiento rojo seco y picante tipo chili
  • 6-7 cucharadas soperas de Aceite de Oliva
  • Perejil fresco (también se puede sustituir por albahaca fresca)
  • Sal

 

Tiempo de preparación aproximado: 20-30 minutos.

Por un lado, hierve la pasta en abundante agua y sal.  Una vez que este al dente, es decir, cocida por fuera y ligeramente "cruda" por dentro, retirar del fuego  y colarla.

Mientras llevamos el agua a punto de ebullición, podemos ir elaborando la salsa. En una sartén, calentamos el aceite de oliva con los dos dientes de ajo chafados y sin quitarles la piel. Troceamos el pimiento rojo en trocitos y los añadimos al aceite. Un truco: si no nos gusta tanto el picante, siempre podremos desechar las pequeñas semillas del pimiento para suavizar el resultado. Cuando el ajo y el pimiento empiecen a dorarse, ya podemos verter los tomates enteros pelados y también su propia agua. Removemos con una espátula y con ésta misma vamos troceando los tomates, que fácilmente se desharán. Podemos añadir un poquito de agua para facilitar la cocción, añadimos sal al gusto y dejamos reducir a fuego lento. Mientras tanto, podemos lavar y picar al perejil fresco y colar la pasta en cuanto esté. Vamos removiendo la salsa y cuando haya espesado por la reducción, añadimos la pasta y el perejil y lo mezclamos todo bien. Lo dejamos al fuego uno o dos minutos más y ya está listo para emplatar. Ya podéis deleitaros con este plato, auténtico, saludable y elaborado básicamente con productos biológicos.

¡Buen provecho y a disfrutar, sobretodo eso,  sin enrabiarse!


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