¿Truco o trato? Llega Halloween
Desde hace un tiempo, cada vez son más los que el 31 de octubre cambian las castañas por las calabazas. Cierto que cada país tiene sus propias celebraciones coincidiendo con el Día de Todos los Santos y muchas de estas tradiciones se resisten ha desaparecer, pero no lo es menos que Halloween ha desembarcado con fuerza y cada vez es más habitual ver como son muchos los que se apuntan a disfrutar de una fiesta que tiene como protagonistas las calabazas, los disfraces, los caramelos y el ya famoso “truco o trato”.
En realidad podría considerarse como un volver a los orígenes, ya que aunque muchos no lo saben, Halloween se celebró en España muchos siglos antes de que se popularizara en Estados Unidos, puesto que el origen de esta festividad se encuentra en antiguas fiestas europeas como, por ejemplo, el ritual de origen celta ‘Samhain’, que sigue celebrándose en Galicia.
Si eres de los que les gusta a celebrar la noche más terrorífica del año de este modo, te damos algunos trucos para que lo hagas de una manera sostenible.
No asustes al medio ambiente, reutiliza materiales y ‘do it yourself’. Usa la imaginación y apuesta por darle una nueva vida a los materiales, objetos y utensilios cotidianos y reconvertirlos para crearte un simpático y terrorífico disfraz o para decorar el espacio. Piensa, por ejemplo, en reciclar disfraces de años pasados, ropa vieja, cajas de cartón, papel o cosas que tengas por casa para hacerte un disfraz nuevo. Asimismo, si vas pintarte la cara decántate por maquillaje natural y ecológico, existen en el mercado pinturas sin sustancias tóxicas ni parabenos.
Menos golosinas industriales y más imaginación. Sabemos que las golosinas, caramelos y dulces son un clásico que no pueden faltar en esta celebración, pero también puedes apostar por sustituirlos, por ejemplo, por objetos divertidos como gomas de borrar o lápices de formas divertidas, tatuajes temporales… S on más saludables. Igualmente, si no quieres renunciar a la nota dulce es aconsejable evitar las chucherías industriales o, al menos, no abusar de estas; puedes decantarte por elaborar galletas o dulces caseros con formas decorativas propias de la fiesta; optar por bombones y chocolates ecológicos y de comercio justo, e incluso ofrecer frutas.
Por otro lado, si los más pequeños van a ir a buscar caramelos y hacer su ‘truco o trato’, mejor que almacenen lo conseguido en contenedores reutilizables, fundas de lona, bolsas de papel reciclable o bolsas de tela.
Fiesta sí, pero verde. Si tienes pensado dar una fiesta, olvídate de las invitaciones de papel y envíalas electrónicas para reducir residuos. Recuerda, también, ser lo más sostenible posible y reducir al máximo el uso de vasos, platos, cubiertos de plástico, utensilios y menaje de un solo uso; son más caros y si no los reciclamos nos acompañarán se mantendrán en el entorno durante mucho tiempo porque tardan en degradarse. Apuesta por servilletas de tela y asegúrate de reciclar las latas, botellas y resto de residuos. Ah, no olvides servir productos locales y de temporada, así también estarás siendo sostenible al hacer la compra.
Decoración tenebrosa y también eco. Un Halloween sin decoración no es un Halloween. Eso lo sabes bien, pero no significa que no podamos apostar por una decoración respetuosa con el medio ambiente. Convertir tu casa por unas horas en un tempo del horror eco no es complicado.
Las calabazas son las reinas de la fiesta y son muy naturales. También puedes usar papel reciclado para decorar ventanas o puertas. Con un poco de maña y unas tijeras siempre es posible convertir una anodina bolsa de papel en máscaras, fantasmagóricas siluetas, o murciélagos; los primeros píntalos de blanco y los segundos de negro. Aprovecha todo lo que tengas a mano; cualquier elemento cotidiano puede servir para crear una decoración única.
Otra de las claves a la hora de diseñar un ambiente de terror es, sin duda, la iluminación. La penumbra será una aliada perfecta, ya que se encargará de dar ese toque especial de noche tenebrosa; puedes conseguirla sin necesidad de invertir en lámparas nuevas. Las velas, todo un clásico en Halloween, te sacarán de un apuro; eso sí, mejor que sean naturales de cera de abeja o de soja.
Si no tienes lámparas LED regulables o que cambian de color e intensidad, cubre las luminarias que tengas con telas de colores y dibuja motivos típicos de esta fiesta como esqueletos, calabazas, fantasmas…
Otra opción muy resultona es aprovechar las luces del árbol de Navidad; usar botellas de refrescos para simular candelabros, convertir en improvisados farolillos latas usadas recortadas o botes de cristal y engancharles figuras típicas de Halloween, o vaciar las calabazas y colocarles una vela en el interior. Con todas estas ideas reproducir una atmósfera de miedo está asegurado.
Bye Halloween. Hola limpieza. Cuando termine la fiesta separa los residuos y los materiales y deposítalos en su contenedor correspondiente. Recicla tus calabazas y usa los materiales orgánicos empleados como compost. Guarda los elementos decorativos que puedas reutilizar para el año siguiente, para otras fiestas o incluso en tu día a día.
Fotos: Unsplash y Pixabay
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