Greenwhasing, que no te la cuelen

1 comentario 17 jun 2020by Cris Montes
El greenwashing es lo que viene a ser un lavado de cara verde; es la manera que usan numerosas empresas de cara a la galería –quieren aparentar ser sostenibles y no lo son en realidad, o no tanto como quieren hacer creer– con el fin de engañar a los consumidores responsables.

No se trata de un fenómeno nuevo, hace años que se produce, y se enmarca en una tendencia general a “disfrazar” de buenas intenciones comportamientos que no lo son. Así que ya sabes: consume con cabeza y no caigas en su trampa.

Puede que lanzar a los cuatro vientos que eres una marca o empresa eco y profesar un compromiso medioambiental sea muy atractivo y haga que vendas más, pero no te olvides que eso que dices que haces sea cierto, ya que numerosas marcas que usan palabras como ecofriendly, orgánico, natural, etc. no siempre están llevando a la práctica acciones reales para serlo. Así que, y volviendo al refranero: “no vendas la piel del oso antes de cazarlo” o lo que es lo mismo: primero actúa y después comunica qué haces realmente para ser sostenible.
Muchas lo hacen para no perder consumidores concienciados y aumentar el valor de la marca. Por puro marketing –está comprobado que muchas personas prefieren comprar productos que no perjudiquen al planeta, aunque sean más caros–. Por no quedarse atrás e imitar a sus competidores; o por  la presión de muchos gobiernos que apuestan por la implementación de políticas verdes para cuidar la naturaleza y eso las obliga a colgarse la etiqueta de “verdes” para no ser sancionadas o cerradas.

A estas marcas, dar gato por liebre a consumidores poco expertos en el tema les resulta relativamente sencillo. Sus “trucos” van desde el uso de palabras como “natural” en algunos productos, sin serlos, hasta poniendo en marcha grandes campañas de marketiing que esconden lo dañinas que pueden ser sus prácticas. O incluir en su composición algún ingrediente “verde” o natural a la vez que se añaden otros cuyas características están bastante alejadas de lo saludable o lo orgánico. Otras juegan con logos y colores que el consumidor puede asociar a la sostenibilidad para que su marca parezca responsable y que se preocupa por el medio ambiente. Las hay que presentan certificados que no incluyen todos los requerimientos que pide la ley y, por lo tanto, no cumplen con las normativas, e incluso hay casos de empresas que simplemente falsean y mienten sobre los permisos o certificados que aseguran poseer.

 

Por tanto, manera más fácil de evitar el greenwashing es saber identificarlo. Estas claves te ayudarán a ello:

Transparencia y trazabilidad son requisitos que se le exigen a las marcas sostenibles. La sinceridad es mejor aliado de las marcas para evitar ser acusadas de engañar al consumidor. Si quieres información de una marca ve a su site y a las etiquetas de sus productos. Olvídate del packaging –las imágenes de tonos tierras y verdes pueden llevar a error– y ve directamente a leer la etiqueta. Presta atención, también, a las certificaciones que poseen. Acostúmbrate a ser crítico y si no entiendes algo de lo ponga en la etiqueta, o quieres más información, no te quedes con la duda y pregunta sin miedo.

Un buen número de conceptos relacionados con la sostenibilidad no están regulados, algo que algunas empresas aprovechan para hacer publicidad engañosa. Es una de las maneras con las que se consigue que un producto parezca más ecológico o verde de lo que realmente es. Ya sabes, no te creas las llamadas publicitarias. La palabra natural, por ejemplo, al no estar regulada por ley, significa bien poco, aunque muchos productos la incluyan para hacernos creer que son lo que en realidad no son.

Si omiten información, o la que proporcionan es insuficiente, puede que intenten colártela; los productos respetuosos con el medio ambiente siempre incorporan información detallada.

No pases por alto que el hecho de que una empresa disponga de una línea de productos sostenibles o respetuosos con el medio ambiente no significa que no esté llevando a cabo acciones que maltratan a la naturaleza. Prueba de buscar información de esa compañía.

Ten siempre en cuenta que la sostenibilidad es un proceso para las empresas y, también, para los consumidores. Eso significa que pocas marcas nacen siendo sostenibles al 100%. Por ejemplo: si la producción de una marca es local es preferible que se enfoque en eso y lo haga a la perfección; si el packaging es biodegradable, que realmente lo sea, o si los tejidos son orgánicos, que sea cierto. Es preferible ir poco a poco, ser sincero y no engañar al consumidor. La información precisa y sin confusiones es esencial.

 

Fotos: Freepik ı Pixabay ı Unsplash.

 

 

 


1 comentario


  • bibi 13 julio 2020, 21:59

    Sobre todo lo que es ECO en el fast fashion, no significa que la gente que producen las prendas tienen un sueldo digna y trabajan en condiciones laborales aceptables. Los sellos GOTS certifican las 2 cosas ECO & FAIR!


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